“Duermo pero no descanso”
Frase que seguramente escuchaste de tus papás a quienes juzgabas de quejumbrosos.
Aunque antes esa afirmación te parecía ridícula, resulta que llegas a un momento de tu vida, en el que efectivamente ¡duermes, pero NO descansas! Y la razón no solo tiene que ver con si duermes mucho o poco, la clave para tener noches realmente reparadoras son los ciclos de sueño.
Técnicamente, estos se componen de dos fases: La fase NREM, que es la más profunda, y la fase REM que es cuando soñamos. Para despertar descansado necesitas despertar en la fase REM que es el final de un ciclo.
Expliquémoslo sencillo: Si tu cuerpo se encuentra a la mitad de un ciclo y lo frenas en seco, este se sentirá completamente fuera de sí mismo y buscará a como dé lugar terminar lo que había comenzado, haciéndote sentir fatigado y somnoliento.
Cada ciclo completo dura aproximadamente 90 minutos. El cuerpo humano necesita aproximadamente 5 ciclos para sentirse bien.
¡Aquí te dejamos una tablita que hará mucho más fácil calcular a qué hora tienes que irte a dormir! Para que cuando despiertes no interrumpas un ciclo.
Los horarios de la tablita pasada aplican únicamente para las horas de sueño, así que 15 minutos antes de la hora en la que te quedas dormido, debes comenzar a relajarte, puedes utilizar el Spray Atrapasueños Nativa5 en sábanas, almohadas y ambiente, para crear un espacio digno del mejor descanso.
Después de leer este mail, cuando escuches a alguien decir “Dormí pero no descansé”, puedes explicarle el por qué se siente así.
